martes, 16 de octubre de 2007

Cuerpo

Estaba pensando en mi fascinación por la mitología griega, así como la riqueza del lenguaje de su literatura, cuando se me ocurrió un poema, que vengo a compartir con ustedes:

¡Oh, tú, de piel de ébano! Por quien dolor soporto,
tus cuencas albergan aves artificiales
Acepta de quien a ti llegue, el tálamo y el beso
pero no aceptes la pepita de granada
ígualmente no aceptaste abrazarme y dejar que te amara
y sufro por siempre.









Iba a seguir escribiendo mi poema muy contento... pero me enteré que un chistoso ya había escrito mis ideas, pero con palabras más vulgares:



Negrita de mis pesares
ojos de papel volando
A todos diles que si
pero no les digas cuando
asi me dijiste a mi
por eso vivo penando

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