lunes, 6 de abril de 2009

Dos años sin Vonnegut, el hombre sin patria

“Digan esto mientras hagan el amor:

‘Si esto no es agradable, no sé qué lo sea’.”

El once de abril es el segundo aniversario luctuoso de Kurt Vonnegut, el hombre que nos dio a todos el consejo de arriba. Fue uno de los escritores más activos del siglo XX y uno de los comediantes literarios más satíricos de EUA. Para conmemorar esta fecha tan triste para la literatura universal, durante varios días mis entradas sólo hablarán de Vonnegut. SEMANA VONNEGUT EN VALENTIN-LOCKE !!!!!

Nació en Indianápolis, Indiana, EUA, Continente Americano, Planeta Tierra, el 11 de Noviembre de 1922.

Como fue el menor de tres hermanos, aprendió a decir bromas constantemente, pues era la única forma en que podía entrar en las conversaciones entre sus hermanos y padres profesionistas. Más adelante, aprendió que el humor puede usarse para criticar las cosas que están mal en el mundo y hacer que las personas sean consientes de que es necesario cambiarlas.

Kurt luchó en la segunda guerra mundial. Fue capturado y llevado a trabajar para los nazis en la ciudad de Dresde, Alemania fabricando vitaminas en un matadero subterráneo. Entonces el bombardeo aliado a Dresde empezó. La mayor masacre de la Segunda Guerra Mundial ocurrió a pocos metros sobre la cabeza de Vonnegut. Al salir, la muerte estaba en todas partes.

“Por supuesto, sé sobre Auschwitz, pero una masacre es algo que ocurre de repente, el asesinato de muchísima gente en muy poco tiempo. En Dresde, el 13 de Febrero de 1945, 135,000 personas murieron por bombardeo británico en una sola noche.” Esta experiencia motivó su pensamiento antiguerra, que se manifestó a lo largo de su vida y de su trabajo como escritor.

Vonnegut no creía en Dios. En lugar de ser un hombre religioso, era un humanista. Como él lo dijo en su libro, Un Hombre Sin Patria:

“Mis padres y mis abuelos eran humanistas, lo que antes se denominaba Librepensadores. Por ello, siendo humanista estoy honrando a mis antepasados, lo que según la Biblia es bueno. Los humanistas procuramos que nuestra conducta sea lo más decente, justa y honrosa que podamos, sin esperar recompensa ni castigo en otra vida. Ni mi hermano ni mi hermana creían que hubiera otra vida. Mis padres y mis abuelos tampoco creían que hubiera otra vida. Estar vivos ya era suficiente para ellos. Los humanistas servimos lo mejor que podemos a la única abstracción con la que estamos familiarizados: nuestra comunidad.

Por cierto, soy presidente honorario de la Asociación Humanista Estadounidense, de modo que he sucedido al ya difunto Isaac Asimov, grandísimo escritor de ciencia-ficción, en el desempeño de este cargo que no tiene función alguna. Hace unos años celebramos una ceremonia honorífica en memoria a Isaac en la que yo hablé, y en un momento dado dije: “Isaac está ahora en el cielo”. Fue lo más gracioso que pude haber dicho ante un auditorio de humanistas, se partían de la risa. Pasaron varios minutos hasta que se restableció el orden. Y, si muero, Dios no lo quiera, confío en que ustedes dirán: ’,Kurt está ahora en el cielo’. Es mi chiste favorito.”

Este humanismo lo impulsaba a utilizar frecuentemente frases como “Y cosas por el estilo”, “etcétera” o “y así sucesivamente”. Especialmente las usaba cuando alguno de sus personajes moría, o cuando uno de sus libros terminaba. Él creía que la mejor manera de terminar una historia era indicando que ésta continuaba. Justo como la vida.

Cuando descubrí a Vonnegut, fue con su libro Desayuno de Campeones, donde un hombre de negocios está convencido de que todas las personas que le rodean son robots incapaces de tener sentimientos y que sirven para un experimento donde él es el único ser en el universo al que el Creador ha dotado de libre albedrío. Así que se vuelve loco y se lanza en un ataque furioso contra quien esté cerca.

Al empezar el libro, me llamó la atención que estaba hecho de oraciones cortas, pequeños diálogos y descripciones diminutas. ¡Es uno de los libros más fáciles que he leído! Incluso el libro está lleno de dibujos hechos pro el autor que ayudan a narrar la historia y a ahorrarse descripciones. Estos dibujos hasta se convierten en personajes del libro.

Debemos reconocer que el lector está haciendo algo bastante difícil para él y la razón por la que no cambias el punto de vista con mucha frecuencia es que él no se pierda, y la razón de ser de tu párrafo es que sus ojos no se cansen demasiado, y es así para que, sin conocerlo, puedas llegar a él facilitándole el trabajo. Él debe representar tu espectáculo en su cabeza, decorarlo e iluminarlo. Su trabajo no es fácil.” Así es como Kurt explica por qué sus libros, tan geniales como son, no son pilas de palabras rebuscadas y frases complicadas.

Él no quería limitar el alcance de su trabajo a los intelectuales o a los que sólo leen a los griegos y filosofía incomprensible. “Todo lo que yo quería era darle a la gente el alivio de la risa. El humor puede ser un alivio, como una aspirina. Si dentro de cien años, la gente se sigue riendo, definitivamente estaré complacido.”

Recuerdo que en Vonnegut’s Apocalypse, un artículo que apareció en la revista Rolling Stone en 2006, Kurt dijo:

"El ejército me mantenía con ellos porque sabía mecanografiar, así que yo mecanografiaba las catarsis de otros y cosas así. Y mis pensamientos eran: ‘He hecho todo lo que se suponía que hiciera. ¿Ya me puedo ir a casa?’ Eso es lo que siento ahora mismo. He escrito libros. Muchos. Por favor, he hecho todo lo que suponía que hiciera. ¿Puedo irme a casa ahora?”

El once de abril de 2007, a la edad de 84 años, después de fumar cajetilla tras cajetilla de cigarros Pall Mall, de haberse divorciado, de sobrevivir a uno de los ataques más cobardes en la historia de las guerras, y de haber escrito algunos de los libros más

sinceros y hermosos y graciosos y desgarradores del siglo XX… Kurt Vonnegut Jr, el hombre sin patria, finalmente se fue a casa.

Y ahora que se fue, me dan ganas de decir: “Kurt está ahora en el cielo”. Ésa era su broma favorita.

Y cosas por el estilo.

lunes, 30 de marzo de 2009

Bokonon

Oh, a lion hunter
in the jungle dark,
and a sleeping drunkard
up in Central Park
and a chinese dentist
and a british queen
all fit together
in the same machine.
Nice, nice
such very different
people in the same
device !

lunes, 16 de marzo de 2009

Miedo y Asco en Las Vegas, El lugar donde la ola finalmente rompió… y retrocedió.

Hunter S. Thompson (1937 – 2005) fue un periodista y escritor estadounidense nacido durante la época en que EUA era un país pobre que necesitaba una guerra para volver a hacerse rico. Posteriormente, tuvo su auge como escritor en la época en que EUA ya era lo suficientemente rico como para ir a la guerra por gusto. Vivió a fondo la era hippie y su fracaso como movimiento para cambiar el mundo, y mientras se convertía en el notario del zeitgeist hippie, escribió un libro sobre las drogas, Vietnam y el miedo y el asco que daba vivir en su país en ese momento.

En la realidad, el libro está basado en dos viajes que Thompson hizo a la ciudad de los casinos acompañado de Oscar Zeta Acosta, un conocido activista político hijo de mexicanos. El primer viaje fue para tener una entrevista en una ciudad tranquila con Acosta, al mismo tiempo que Thompson reportaba una carrera de motocicletas para Sports Illustrated. El segundo viaje fue para reportar sobre la Conferencia Nacional de Fiscales de Distrito sobre Narcóticos y Drogas Peligrosas.

Miedo y asco en Las Vegas es la frenética historia de Raoul Duke, junto a su abogado, el Dr. Gonzo, en busca del sueño americano. Así como los templarios buscaban el Santo Grial equipados con armaduras, reliquias sagradas y montando rápidos y poderosos caballos de batalla, Raoul y su abogado buscaban el sueño americano armados hasta los dientes con una maleta llena de todas las drogas conocidas en la época del amor y la paz. Vestigios de la onda hippie que harán del viaje de los dos antihéroes a través del desierto en descapotables alquilados una travesía al infierno… y de vuelta.

Miedo y asco es un libro extraño con situaciones sui generis creadas por la forma en que las drogas afectan la razón de los personajes principales, sin embargo, entre alucinaciones se encuentran párrafos llenos de interesantes análisis al EUA de los 70’s. Entre ellos destaca el pasaje de la ola, mismo que Thompson dijo que era “lo mejor que había escrito”. Para terminar, lo reproduzco aquí y les hago la invitación a que lean este excelente libro:

“Extraños recuerdos en esta nerviosa noche en Las Vegas. ¿ Cinco años después?, ¿Seis? Parece una vida, o al menos una Era Principal- el tipo de pico que nunca vuelve a ocurrir. San Francisco a mediados de los sesenta fue un lugar y momento muy especial del cual formar parte. Tal vez significó algo. Tal vez no, a la larga… pero ninguna explicación, ninguna mezcla de palabras o música o recuerdos pueden tocar esa sensación de saber que estabas ahí y que estabas vivo en esa esquina del tiempo y del mundo. Significase lo que significase…

La historia es difícil de conocer, debido a esos cuentos pagados de mierda, pero incluso sin estar seguro de la “historia” parece enteramente razonable pensar que de vez en cuando la energía de toda una generación se lanza al frente en un largo y bello fogonazo, por razones que nadie entiende realmente en el momento – y que nunca explican, en retrospectiva, qué es lo que de hecho pasó.

Mi recuerdo central de ese tiempo parece colgar en una o cinco o tal vez cuarenta noches – o madrugadas muy temprano- que salí del Filmore medio loco y, en lugar de ir a casa, enfilaba el gran 650 Lightning por el Bay Bridge a ciento sesenta por hora usando shorts L. L. Bean y una chaqueta … estallando a través del túnel de Treasure Island a las luces de Oakland y Berkeley y Richmond, sin estar completamente seguro de cuál vuelta tomar cuando llegaba al otro extremo (el coche se caleaba siempre en la barrera de peaje, yo iba demasiado pasado para meter neutral mientras buscaba cambio)… pero estando absolutamente seguro de que no importa qué camino tomara, llegaría a un lugar donde la gente estaba tan pasada y era tan salvaje como yo lo estaba y era: No había duda de ello…

Había locura en cualquier dirección, a cualquier hora. Si no cruzando la bahía, sobre el Golden Gate o bajando la 101 rumbo a Los Altos o La Honda…podías tocar chispas donde fuera. Había una fantástica sensación universal de que lo que fuera que estuviéramos haciendo estaba bien, de que estábamos ganando…

Y eso, creo yo, fue el motivo – la sensación de Victoria inevitable sobre las fuerzas de lo Viejo y del Mal. No en una manera militar o malvada; no necesitábamos eso. Nuestra energía simplemente prevalecería. No tenía ningún punto pelear – de nuestro lado o del de ellos. Teníamos todo el momentum; estábamos montando la cresta de una alta y hermosa ola…

Así que ahora, menos de cinco años después, puedes subir a un empinado cerro en Las Vegas y mirar al Oeste, y con el tipo de ojos adecuado casi puedes ver la marca de las aguas – el lugar donde la ola finalmente rompió y retrocedió.”

domingo, 8 de marzo de 2009

Personal Batman

Ando perdiendo el tiempo cuando debería estar estudiando para DEM, pero en fin, tengo una nueva filosofía, muy barata y se resume en una sola imágen:



lunes, 23 de febrero de 2009

Jesus

Un amigo ingenierio va en el mismo salón de otro amigo ingeniero al que le dicen (o se llama) Jisuz, están en un equipo de trabajo y lo llamaron "Jisuz y sus discípulos"...

... clever bastards.